El Antiguo Testamento:

Comprende el relato de la creación del mundo y el del primer hombre y la primera mujer, así como la Expulsión del Edén. Ofrece un relato de la vida de los primeros profetas y también los episodios del pueblo de Israel y su éxodo por el desierto. Se incluyen las historias del diluvio universal y el arca de la alianza, así como las guerras hebreas y la construcción del templo de Salomón.

El Antiguo Testamento, escrito originalmente en hebreo a excepción de las partes de Daniel y Esdras, escritas en Arameo. Los textos del Antiguo Testamento son difíciles de datar porque se estima que fueron trasmitidos oralmente al principio para luego ser escritos, en efecto, la escritura hebrea surge recién en el siglo X a.C.

Muchos relatos del Antiguo Testamento recogen versiones mitológicas y legendarias de relatos hallados en tabillas sumerias y acadias, como la creación del mundo o el diluvio. Es probable que el Antiguo Testamento comenzara a escribirse en la corte de David en donde ya se practicaba la escritura en el 1000 a.C. Se estima que el Pentateuco (colección de los cinco primeros libros bíblicos) puedo ser elaborado durante el exilio babilónico entre el 586 y el 538 a.C., y hubo continuado ampliándose durante la época helenística.


El Nuevo Testamento:

Narra la historia de Jesús según la mirada de cuatro evangelistas: Lucas, Mateo, Marcos y Juan. En el Apocalipsis, puede encontrarse un relato del fin del mundo y el Juicio Final.

Los libros del Nuevo Testamento están escritos originariamente en griego y las referencias más antiguas datan del papiro de Ryland, fragmento que contiene a Juan y que se estima corresponde al 120 o 130 D.C. El Evangelio de San Marcos data de los años 60 y 70 de la era cristiana y el de San Mateo tendría una década de antigüedad mayor. El de Lucas se estima escrito en el 85 d.C. En cualquier caso, Jesús no dejó nada por escrito y los cuatro Evangelios incluidos en el canon cristiano fueron redactados aproximadamente un siglo después de su muerte. Esto creo numerosas polémicas respecto al canon oficial, muchos evangelios fueron considerados apócrifos.